La institución aseguradora muchas veces genera rechazo. Hablar de los riesgos a los que estamos expuestos diariamente, puede generar el mismo encanto que llamar a nuestro dentista para concertar un turno. Mientras la mayoría de la gente no disfruta de encarar una discusión sobre seguros, el seguro en general, y el seguro nacional en particular, benefician a la economía de nuestro país:

5  vías por las que el seguro beneficia al país:

El seguro hace menos volátiles a las empresas y a los negocios. Al contratar seguros, las empresas se vuelven más conscientes de los riesgos que asumen en sus operaciones del día a día. Y por consiguiente, son más propensas a encarar programas de prevención de riesgos laborales y están más motivadas a trabajar en temas de seguridad e higiene que hacen que las primas de los seguros bajen.

El seguro estimula a la economía.  Más de 120.000 millones de pesos en siniestros han sido pagados por el mercado de seguros argentino en el ejercicio 2016/2017. Esa masa de fondos tiene un efecto de derrame en todos los rincones de la economía. Las aseguradoras son también grandes inversores en acciones, fondos de inversión, obligaciones negociables y bonos nacionales, provinciales y municipales que estimulan el mercado de capitales. De hecho, el mercado de seguros argentino en su conjunto dispone de más de 350.000 millones de pesos en inversiones que contribuyen a financiar a la economía real del país, tanto a personas, como a empresas y al Estado.

El seguro facilita y alivia las transacciones comerciales. Sin el seguro, los negocios enfrentarían responsabilidades significativas al realizar las más simples funciones como pueden ser, el firmar contratos, financiar operaciones, manufacturar mercaderías, o incluso, al contratar nuevos empleados. Para todas estas operaciones, existen seguros que facilitan su concreción.

El seguro permite recuperarse. Las pólizas de seguro permiten a las empresas, recuperar sus establecimientos, sus inventarios y sus maquinarias frente contingencias catastróficas accidentales, así como recuperar a los campos sus cultivos en casos de inclemencias climáticas. También permite a los estados, recuperar la inversión en grandes obras frente a eventos súbitos e imprevistos.

El seguro también protege nuestras compras. Este es el típico beneficio con el que la mayoría de la gente asocia a la cobertura de seguros. Sin el seguro de combinado familiar o el seguro del auto, muy poca gente podría financiar la compra de un nuevo auto o de una nueva casa.

Por último, la existencia de un auténtico mercado de seguros nacional, permite que la mayor proporción posible de las inversiones, de las primas y de las utilidades de las aseguradoras, se reinviertan en el país de sus casas matrices. Mientras muchos consumidores consideran al seguro como un asunto de poco atractivo en el día a día, no deja de ser un motor para el crecimiento de un país generando ahorro, inversión, confianza, protección y reducción de la volatilidad.